sábado, 17 de febrero de 2007

LITERATURA UNIVERSAL (4)


Hay autores que, sin haberlos leído, te son desagradables. Unas veces por su aspecto, otras por oírlos hablar, y a menudo por la gente que los lee. Casi siempre por la gente que los lee. Por no querer ser uno como ellos: "esa gente que lee a Isabel Allende, a Claudio Coello, a Gala, a Rosa Montero...". La numerosa cooperativa de los que leen, manos a la espalda, patinando. Ole sus huevos, que da gusto verles tan contentos con sus amores y sus arquitectos y sus desamores y sus desarquitectos, pero uno no. Con esas pintas, yo no me veo. No es que los que prefiramos a Dostoievski vayamos con greñas y un hacha en la mano para matar a nuestra casera, pero por lo menos no nos mojamos el dedo cada vez que pasamos una página. Y eso, amigo mío, es fundamental. Así que también sabemos reconocernos entre nosotros, sin alterarnos ni hostias, calladitos y más viajados que su puta madre, discretos como abrigos guardados. De modo que no comparemos. Y por una vez, que Fiodor no esté tan crispado.

ESA BARRERA ESTÁ DEMASIADO LEJOS


Los niños que se mueren sin haber marcado nunca un gol en el Bernabéu son iguales que los niños que se mueren sin haber marcado nunca un gol en Old Traford o en la Bombonera o en la Academia Sueca.

300 DE LAVAPIÉS (8)



Beli es bajita
De gafas defensivas
Pelo corto y tímido
Lee libros Fuma lento Bebe fino
Ama a Belarmina
La frutera bestial
Que le compra plátanos a pilas

Pero es correspondida

Desde los cebollinos
Pero correspondida

Mujer en Bangla se dice
Muhila

Las lesbianas se comunican en secreto
Tienen sus códigos
Leen los labios vaginales
A gran distancia
Como Orcas Delfines Ballenas

Siempre hay un tipo ridículo cerca
Con snorkel

No tubo de respirar
Snorkel

Y arponcito

Hombre en Bangla se dice
Purush

A redimir lesbianas
Y a Júpiter a por tabaco

También hay gente
Que tiene el espacio aéreo cerrado

Los que no sueñan

Fermín era concreto
Hasta que se murió, por ejemplo

No ahorros No quinielas No planes
Vigilaba coches
Siempre comía carne



Tenía una mujer concreta
Dos hijos concretos

Lo mató un infarto
Concretamente

Pero también hay gente
Aeródromo

Suelen ser mujeres

Desde ellas despegan los hombres

Aurora Aeródromo
Despegó un poeta de éxito
Un abogado honrado
Un suicida

Por ese orden

Ahora ya no despega hombres

Se ha vuelto madre soltera

Mariana Aeródromo
Despegó una promoción de sindicalistas
En la facultad

Una embriagadora flor de barricada
Mariana

Ahora es próspera Delegada de algo
Del gobierno de algo

La pista llena de matojos
Y vacaciones en Cuba

LITERATURA UNIVERSAL (3)


CHEERLEADERS Y MAJORETTES


Los americanos de importación (los de haber llegado) lo han hecho todo con cheerleaders, desde matar búfalos (o cargarse a Martin Luther King) a invadir Irak. Chapman, el asesino de Lennon, también es una cheerleader en el fondo. Les tengo pavor a esas chicas. Y a las majorettes. Hay un tremendo chiste machista al respecto: en términos de evolución, la mujer ha progresado más que la yegua; por lo menos las majorettes no se cagan en los desfiles. Jua. Doscientas chicas superhormonadas, con sombrero, entorchados y palos de hierro. Y como levantan las rodillas. Mucho mejor que las yeguas. Lo más parecido en hombres superhormonados, con sombrero, entorchados y palos de hierro es un desfile militar de las juventudes nazis. Sólo que Hitler les tenía prohibido sonreír a sus chicos, o mascar chicle, o tener pequitas. Pánico a las cheerleaders, pánico a las majorettes, cariñitos a las yeguas. Aunque se caguen en los desfiles.

LOS BUZONES SON AMARILLOS PARA ATRAER A LOS CARTEROS (2)



El día en que a mi brazo le nació una mujer distinta era un día lunes y verde, como un problema recién creado. Aquella cosa colgaba de mi antebrazo con facilidad. Se llamaba Rosa o algo así y comía las chuletas sonriendo, con las manos, como si las chuletas fueran un saludo o una broma o una foto. La llevé al cine, a bailar, a llorar con mi vida. La llevé a hacer el amor con otro y aceptó. Asentía, sonreía, lloraba, callaba. Yo era su hombre, ella me había encontrado y todo estaba bien. La metí en la cama y le di lo que se había ganado: el cuerpo de su hombre. También me comió con las manos y sonriendo, como a las chuletas. Luego me largué a ganar algo de dinero y le dije "cuida de la casa, volveré al mediodía". Cuando regresé, la cocina brillaba, los suelos brillaban, los libros brillaban. Todo brillaba menos ella, sudorosa y reventada sobre la butaca raspada con un cigarrillo quemándose entre sus dedos flojos.
-Hola -trató de sonreírme.
-Hola. Date una ducha.
Tardó media hora en recuperar su aire sexy.
La besé, hicimos el amor.
Había cocinado un delicioso plato pero le dije que comíamos fuera. Abrí la puerta y salí primero. Después de comer caro paseamos por el barrio. Ella procuraba no fijarse en los escaparates, pero los ojos se le pegaban al vidrio como ventosas. Entramos en una tienda y le compré una chaqueta domingo, elegante, de mujer casada y bien follada. Salió con ella puesta, sonriente y avergonzada. Paré un taxi.
-A la esquina de Alvarez de Castro con Viriato, un sitio que se llama "Oh, Mandril".
Le di mil duros al taxista y un beso a ella.
No pudo reaccionar.
Los vi largarse.
En esa esquina fue donde la conocí.

LITERATURA UNIVERSAL (2)


Miller iba mucho en bici. Probablemente porque siempre necesitó alguna sensación en la entrepierna, fuera del tipo que fuera. Las más importantes, sin embargo, las sentía en la cabeza, que es el sitio más apropiado para tener el corazón limpio de ventrículos y soplos. El pedrusco feliz, que decía de sí mismo el amigo. El Chino, como le llamaba su gente. O los Trópicos, o la Crucifixión, o el Coloso. Enormes y jugosos filetes de pura vida. Los franceses todavían dan un respingo cuando le ven venir lanzado cuesta abajo por Clichy, y es que la relación de Francia con la Literatura siempre ha sido peatonal y despistada. A los franceses los han atropellado cientos de veces: Villon, Rimbaud, Rabelais, Voltaire..., y hasta Camus, que se mató en coche. Por perder, incluso han perdido una generación entera. Luego les ponen plazas y calles y mucha grandeur, pero el bote a la acera lo han pegado siempre, boina incluída. Miller lo sabía bien, el cabrón. En "Max y los Fagocitos Blancos" (Alfaguara) todavía conservo un pétalo de rosa de la tumba de Balzac. Jamás he cometido una cursilería tan atroz como esa. De las de sonreír y seguir p'alante. Jodío chino americano, qué pedaladas más buenas has dado por mi cabeza. Toca el timbre, si me oyes.

300 DE LAVAPIÉS (7)



El Gallo López no comía nada
Que conservara su forma original
Sólo la fruta en batido
El pollo en filetes
La merluza en cubatas

(Le llamaban Gallo
más por lo que amanecía,
que por lo que peleaba)

Un domingo vino su familia del cortijo
Y consiguió internarlo

Lo matará
La primera manzana redonda

Por eso el alcohol
Las madres

Pensar que moriremos
Y que la gente
Sigue limpiando estudiosa
Los aros de vino en el mármol

Las mujeres que recuerdan tus fechas
Como si fueran suyas
Hasta que tú mismo
Pides un paño

Un escudo

O con él o sobre él

Una lanza

Los terroristas
Vendrán a matarnos con gases
Con pequeños artefactos nucleares
Como niños sucios

Héctor lee el periódico

Estos no nos ponen una bomba
Estos nos ponen un fin de semana, dice

Muchos más muertos

Y todos se ríen del tráfico


Emilio limpia cristales
A la manera clásica,
Limpiándolos

Y por las noches le gustan los hombres
En otro barrio

Tano es gay sin saberlo
Y aún insiste en sacar a bailar mujeres
Por costumbre

Se le conocen cuatro o cinco
Novias caballunas
Ninguna duradera

Cualquier noche se emborrachará
Más en serio
Y probará con otras calles
Sin preservativos
Sin saberlo

A Júpiter a por tabaco
A otro barrio a por sí mismo

TOY STORY


Nadie te avisa de que hay un gancho en alguna parte. Puedes ser un reloj o un peluchito o un bebé atrancado. El gancho o los fórceps te sacan de ahí. En la película, la cara de los bichitos azules cuando ven bajar el brazo mecánico del gancho es la misma que pone la gente cuando algún político promete una zona verde, tres puntos menos de déficit o un campanario reservado exclusivamente para gays. Viene el gancho y va a por ti. Sonríe. Da la hora.