El cuerpo que hay tirado a la salida de la Curva de las Perdices es el de Nieves García, una de las mejores amazonas de España. El accidente ocurrió ayer en la tercera carrera de la Zarzuela, el premio Barilone. Diecisiete caballos. Una carga de caballería de 2.100 metros. A Álvaro Gómez se le rompe el cangrejillo del estribo y sale desmontado de su yegua Gavia. Nieves, a su zaga con Francescoli, no puede evitar el encontronazo y también sale despedida. Álvaro tiene más suerte y "libra" con una costilla rota. A Nieves le pasan dos o tres autobuses por encima y uno de ellos le patea la cara. Rotura de pómulo, cortes varios y algunos dientes fuera. Con el lío de ambulancias que se montó nos temimos la tragedia. "Afortunadamente" sólo lamentar esto que cuento. Aunque Gavia llegara primero a la meta (caballo desmontado es una paloma que cruza), la carrera la ganó Kismar, con José Luis Borrego, segundo llegó el sorpresón de Loup Boutin (con Sousa), una yegua a la que la revista especializada calificaba con un "sin argumentos" (la gemela pagó más de 50 €), y tercero Mayrit, con Janacek cumpliendo siempre... Durante los años que llevo yendo a la Zarzuela he podido ver de todo: jockeys al suelo, caballos al suelo, caballos huyendo a los bosques sin jinete, el herrero perdiendo el culo en su quad, potros de dos años escapando de los mozos para luego ganar la carrera, y coces en el paddock que a más de uno le ventilaron el flequillo... Pero lo de ayer fue duro. Esa gente pequeñita se juega la vida. Y de vez en cuando pierde los estribos. O un estribo. O es el caballo el que se vuelve loco... Mes de abril de este año. Accidente en el hipódromo de Nantes. Séptima carrera. Premio Sarah Gosse. Caballo Fin March. Jockey Kenegan Deniel. Seis heridos y Fin March muerto.
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